¿Por qué muchas parejas jóvenes no pueden concebir de forma natural?

Antes se creía que los problemas de fertilidad afectaban principalmente a mujeres mayores de 40 años. Sin embargo, hoy en día cada vez más parejas jóvenes —entre 25 y 35 años— buscan ayuda médica. Son sanas, activas y llevan una vida equilibrada, pero el embarazo no llega, incluso después de años de intentos.

¿Por qué ocurre esto y qué se puede hacer?

  • El ritmo de vida moderno: enemigo de la salud reproductiva

Nuestros cuerpos no logran adaptarse fisiológicamente al estrés, la sobrecarga y la falta crónica de descanso. El estrés continuo altera la producción de hormonas sexuales, inhibe la ovulación en las mujeres y reduce el número de espermatozoides activos en los hombres. La vida nocturna y el uso constante de dispositivos electrónicos reducen la producción de melatonina, una hormona esencial para la calidad de los óvulos. Comer rápido, el consumo de comida rápida, café y bebidas energéticas agotan el organismo y alteran el equilibrio hormonal. El resultado: un cuerpo joven que parece sano, pero con un sistema reproductivo al límite de su capacidad.

  • Medio ambiente y carga tóxica

El aire, el agua y los alimentos contienen cada vez más toxinas que afectan al sistema hormonal y reproductivo. Especialmente peligrosos son:

  • los metales pesados (plomo, mercurio);

  • los microplásticos;

  • los pesticidas y las hormonas en los productos de origen animal.

Estas sustancias se acumulan en los tejidos y pueden alterar la maduración de los óvulos y los espermatozoides, además de afectar la calidad de los embriones durante la concepción.

  • Causas genéticas y endocrinas

Incluso en personas jóvenes pueden existir alteraciones ocultas, sin síntomas visibles:

  • síndrome de ovario poliquístico (SOP);

  • endometriosis;

  • trastornos de la glándula tiroides;

  • resistencia a la insulina;

  • mutaciones genéticas que afectan la fertilidad.

A veces, la mujer tiene un ciclo regular y análisis normales, pero los óvulos no maduran correctamente y los espermatozoides del hombre no son capaces de fecundar.

  • Consecuencias de las infecciones

Las infecciones de transmisión sexual contraídas incluso en la adolescencia (clamidia, micoplasma, ureaplasma, etc.) pueden causar adherencias que bloquean las trompas de Falopio o provocar inflamación testicular en los hombres. Muchas parejas desconocen que estos cambios ya impiden la concepción natural.

  • Retraso de la maternidad y “reloj biológico”

Cada vez más parejas posponen el embarazo —primero la educación, la carrera, la estabilidad—, pero el sistema reproductivo femenino comienza a disminuir su actividad después de los 30 años. Aunque la mujer parezca sana, la calidad de los óvulos disminuye, y en los hombres también se reduce la movilidad de los espermatozoides.

  • El factor masculino: la mitad de los casos

Aproximadamente entre el 40% y el 50% de los casos de infertilidad se deben a causas masculinas.
Entre ellas:

  • el sobrecalentamiento (saunas, ropa ajustada, ordenador portátil sobre las piernas);

  • el tabaco y el alcohol;

  • el sedentarismo;

  • los trastornos hormonales.

En algunos casos, el espermiograma puede parecer normal, pero pruebas más avanzadas, como el test MAR, revelan anticuerpos antiespermatozoides que impiden la fecundación.

Cuándo buscar ayuda médica

Si una pareja joven mantiene relaciones sexuales regulares sin anticoncepción durante más de 12 meses y no se produce el embarazo, debe realizarse un estudio médico. En algunos casos, los especialistas recomiendan no perder tiempo y considerar técnicas de reproducción asistida como:

  • FIV (fertilización in vitro);

  • ICSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoides directamente en el óvulo);

  • FIV con óvulos donados, si la calidad de los óvulos propios es baja;

  • maternidad subrogada, si la mujer no puede llevar el embarazo por razones médicas.

FIV: una oportunidad incluso para las parejas jóvenes

Muchas parejas jóvenes que enfrentan infertilidad comprenden que la FIV no es una medida extrema, sino una solución racional. Las tecnologías modernas permiten obtener embriones sanos, realizar diagnósticos genéticos y elegir el método de concepción más adecuado. En la clínica BioTexCom, cientos de parejas jóvenes de distintos países reciben tratamiento cada año, y más del 90% de ellas se convierten en padres tras el programa de FIV.

Conclusión

Tener menos de 40 años no garantiza una concepción fácil. La fertilidad depende de muchos factores: el estrés, el medio ambiente, la genética y las respuestas inmunológicas del cuerpo. Lo más importante es no perder tiempo ni confiar en que “sucederá solo”. La medicina reproductiva moderna —incluyendo la FIV, la FIV con óvulos donados y la maternidad subrogada— puede ayudar incluso en los casos más complejos. En la clínica BioTexCom, cada caso se analiza de forma individual, y el objetivo siempre es el mismo: el nacimiento de un hijo sano y tan esperado.