El cordón umbilical, infomación importante

Se trata de la vía por la que el bebé se alimenta dentro del vientre materno y se corta nada más nacer pero, ¿qué cuidados requiere después? Te explicamos todo lo que hay que saber sobre el cordón umbilical.

Formado por una vena y dos arterias, la principal función del cordón umbilical es absorber nutrientes y administrar el oxígeno que proviene de la sangre al bebé. Se presenta como una sustancia gelatinosa y tiene una longitud de unos 50 centímetros: un extremo comienza en la placenta y el otro penetra en el ombligo del bebé. Su aspecto es retorcido ya que ambas arterias están enrolladas alrededor de la vena. Al nacer, el bebé ya no necesita esta vía para obtener alimento, por eso es necesario cortarla. Ahora que ya sabes qué es exactamente el cordón umbilical, vamos a ahondar un poquito más en el tema.

¿Cuándo y cómo se corta el cordón?
De acuerdo a las recomendaciones de la OMS, se aconseja cortar el cordón umbilical entre uno y tres minutos después de dar a luz. Esta técnica se denomina pinzamiento y corte tardío. Retrasando el momento del corte se consigue mantener el flujo sanguíneo entre la placenta y el recién nacido, algo que puede mejorar la dotación de hierro del niño incluso hasta los seis meses de vida. El cordón lo cortan los profesionales médicos con unas pinzas llamadas clamp.

¿Qué ocurre cuando se corta el cordón?
Una vez realizado el corte, el recién nacido puede respirar por sí solo. La matrona se encargará de desinfectar la zona y protegerla con una venda estéril. Donde antes estaba el cordón, ahora queda una especie de muñón gris amarillento que irá adquiriendo un aspecto negruzco según se vaya secando. No te preocupes por su aspecto porque es totalmente normal: pasadas unas dos semanas se caerá solo y al fin se habrá formado el ombligo del bebé. Pero durante este periodo es muy importante mantener unos cuidados básicos.

Higiene del cordón umbilical
Es muy importante que la zona se mantenga limpia y seca para facilitar la caída del cordón y lograr una correcta cicatrización. A la hora de bañar al bebé no se recomienda sumergir su tripa en el agua, sino lavarla con agua y jabón, evitando la inmersión de la zona. Podemos frotarla suavemente con una esponja y cuando quede limpia, la secamos y la envolvemos con una gasa, así evitaremos que la zona del cordón entre en contacto con el pañal y se ensucie. Es importante mantener la higiene día a día hasta que el muñón se caiga. Cuando lo haga puede que veas algo de sangre en el pañal, algo totalmente normal.

Problemas relacionados con el cordón
Dentro del vientre materno se pueden dar a veces ciertas complicaciones, como el prolapso del cordón, que ocurre cuando éste sale antes que el bebé por el canal del parto, de modo que limita el aporte de nutrientes y oxígeno. En estos casos, que suelen ser muy excepcionales, se recomienda practicar una cesárea. Algo más común es que el cordón se enrede alrededor del bebé mientras está en el útero. En la mayoría de los casos se resuelve fácilmente con la ayuda del médico, que lo desenrosca manualmente.
Una vez cortado no suele haber problemas, aunque en ocasiones el muñón que le queda al bebé se puede infectar. Si notas que la piel a su alrededor está más roja de lo normal, que supura un líquido amarillento o que el bebé llora cuando le tocas en esa zona, es necesario que acudas al médico.