Las siestas de los bebés: cómo gestionarlas para crear una rutina
Las siestas de los bebés son uno de los momentos más importantes para el descanso diario de los pequeños. Descubre cómo crear una la mejor rutina para ellos.
Si hay un dicho extendido sobre los bebés y tiene toda la razón del mundo es que sus principales funciones del día son dormir y comer. Y es que son tan pequeños que no tienen más tareas que vivir y que sus papás le cuiden.
Hablando del sueño del bebé no existe una regla general de horas de dormir de los bebés pero lo más común es que duerman de dos a cuatro horas seguidas pero cada bebé duerme todo lo que quiera
Existen muchos momentos del día en los que tu bebé estará durmiendo normalmente conocidas como siestas. De los tres a los cuatro meses los pequeños si que suelen comenzar a seguir un pequeño patrón del sueño. Este será un buen momento para comenzar a enseñarle a dormir en las horas programadas y que éstas coincidan con tu descanso nocturno.
Debes hacer todo lo que esté en tus manos por hacer dormir al bebé en las horas programadas según tus horarios pero ten en cuenta que su carácter natural y su propio ritmo biológico. Conforme vayan pasando los meses verás como se va habituando a una serie de costumbres y al llegar a los seis meses el bebé dormirá de dos a tres veces durante el día, después de comer y al terminar la tarde.
Cuando son un poquito más mayores, de nueve a doce meses, los bebés reducen el número de siestas a dos: una por la mañana y otra por la tarde. Y a los 18 meses dejan de dormir por la mañana y ya pasan a dormir por la tarde… una rutina que se repetirá hasta los 3 o 5 años.
Cuando el bebé tenga unos 3 o 4 meses puedes comenzar a acostumbrarle a dormir a horas naturales tanto de su ciclo del sueño como del tuyo. Muchas mamás aprovechan las horas de siesta de los peques para recoger la casa, ducharse, o hacer actividades un poquito más independientes siempre por supuesto, pendientes del pequeño.
En primer lugar debemos detectar los movimientos del pequeño: si comienza a llorar a media mañana, a restregarse los ojos… pueden ser señales de que tu bebé necesita una siesta. Puedes estar observando esto durante dos semanas y así iniciar una rutina de horarios y anticiparte a que llegue al punto de llorar. Lo aconsejable es que 15 o 20 minutos antes de la hora vayas preparando su cunita o hamaca y lo lleves a dormir. Cámbiale el pañal, baja las luces, comienza a cantarle bajito… así estará a puntito de comenzar su primera siesta del día.
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Es muy importante que crees una rutina y seas estricta con los horarios para que las siestas de tu bebé sean regulares. Por el contrario, si llevas a tu pequeño a la guardería es aconsejable que acoples los horarios de sus siestas del fin de semana a los que ya tiene programados los días de entre semana.
Consejos para las siestas de tu bebé
-No hace falta ponerle el pijama siempre mientras que la ropa que lleven sea cómoda y segura para dormir
-Evita juegos más excitantes o estimularle mucho en los momentos previos a la siesta.
-Siempre habrá algún plan que interrumpa sus siestas, sobre todo, los fines de semana, por lo que no te preocupes si de vez en cuando no sigue un horario estricto.
-Si tu hijo no duerme casi ni una hora de siesta, puede que todavía no haya aprendido a volver a coger el sueño después de la primera fase del sueño, ayúdale y seguro que podrá descansar mucho mejor. Por otro lado, puedes obsérvale durante el resto del día y si le ves bien y sin un cansancio extra aparente es que no necesita dormir más.
-Acuéstale siempre en el mismo sitio donde duerme por la noche para que lo asocie a tiempo de sueño.
El ritual de la siesta
Por supuesto, nada tiene que ver el ritual de preparación para la siesta al de la noche, por lo que es bueno que crees una pequeña rutina y un hábito pero sin perder de vista sus necesidades. Y es que puede que a tu niño no le haga falta dormir tanto tiempo, es algo que irás descubriendo según vayan pasando las semanas.
Preparar su cunita, ponerle ropita de estar en casa más cómoda y blandita que la de la calle, comenzarle a hablarle más bajito, cambiarle el pañal para que vayan limpitos a dormir, decirle alguna frase para que el bebé comience a asociarla con la hora de la siesta…
Seguramente tendrás que probar varias veces antes de dar con el mejor horario de siestas para tu bebé y éste irá cambiando según tu bebé vaya creciendo. Sobre todo no pierdas de vista sus actitudes, gestos y necesidades porque seguramente tendrás que ir adaptándoles según vaya creciendo.