Reproducción asistida: dudas y miedos de los padres
Los tratamientos de reproducción asistida traen la felicidad a las parejas que se someten a ellos pero, de igual modo, también las obligan a superar multitud de obstáculos hasta conseguir que el embarazo tenga lugar. Incluso, cuando este sucede, a los futuros padres les invade un fuerte sentimiento de ansiedad. Este artículo está destinado a describir las dudas y temores más frecuentes al respecto y dar algunos consejos.
La difícil tarea de conseguir un Embarazo asistido
Cuando las parejas se someten a un proceso de reproducción asistida para obtener un embarazo, lo hacen con una gran dosis de ilusión, la cual puede tornarse en ansiedad conforme pasan los meses y los ciclos se suceden sin que llegue el positivo. Por esta razón, la paciencia, la serenidad, la constancia y el pensamiento de ‘todo va a salir bien’ son tremendamente importantes. Y es que la actitud positiva es un factor mucho más importante de lo que puede parecer.
Por su parte, tampoco hay que olvidar que, en aquellos casos en los que es imprescindible la colaboración de un donante de esperma u óvulos, las parejas suelen generar una fuerte preocupación en torno a su identidad. En cualquier caso, a pesar de ser algo bastante generalizado, los centros siguen procedimientos muy estrictos y exigen un buen número de pruebas y requisitos a estas personas, por lo que se trata de un procedimiento absolutamente fiable.
Principales miedos y dudas durante el embarazo
Tras la larga espera, por fin sucede. ¡La mujer está embarazada! Nada más mirar el test, las parejas tienen un profundo sentimiento de felicidad. Sin embargo, a las pocas horas, este se tiñe de preocupación.
El primer trimestre del embarazo es en el que más probabilidades existen de sufrir un Aborto natural y, por ello, es imprescindible seguir un control ginecológico bastante férreo. Además, teniendo en cuenta que la mayoría de personas que recurren a estos tratamientos lo hacen con una edad bastante avanzada para la reproducción, cada gestación se toma como un ‘ahora o nunca’.
Durante el segundo trimestre la mayor parte de estos temores se disipan, en gran medida, porque el bebé empieza a moverse en el interior del vientre de la mujer. Sin embargo, en este momento, la mayoría de las parejas empieza a albergar el miedo a que se produzca un parto prematuro. Finalmente, ya en el último trimestre, las dudas suelen versar en torno al estado de salud del pequeño.
En definitiva, dudas y temores normales en las parejas que recurren a procedimientos de reproducción asistida que, finalmente, se olvidan una vez se tiene al bebé entre los brazos.